viernes, 26 de agosto de 2011

MECANIZACION AGRICOLA




A través de la mecanización se promueve el crecimiento económico, mediante 
mayores rendimientos por hectárea y ampliación del área cultivada, ya sea por 
la incorporación de nuevas tierras o por la posibilidad de realizar más de una 
siembra por año, en una misma unidad de superficie.
El uso de máquinas modernas y eficientes es uno de los factores más
importantes en la producción de alimentos y materias primas para la industria, 
las cuales integradas en un proceso racional de uso con otros insumos y/o con 
tecnologías biológicas, pueden incrementar la productividad, sin causar mayor 
impacto al ambiente y sin producir desempleo en zonas donde la mano de obra 
es abundante.
Es importante destacar que la actual  crisis del sector agropecuario no ha
implicado la inexistencia de cambios tecnológicos en los últimos 50 años.   En 
este sentido se destaca el proceso de mecanización, así como la utilización de 
agroquímicos y semillas mejoradas que aunque no alcanza a todos los
productores por igual, se integra  a importantes sectores de la producción.  En 
particular, es pionero el cultivo de la caña de azúcar en el Valle del Cauc a, en 
la incorporación de nuevas técnicas productivas.
El mejoramiento de la infraestructura de las haciendas y el mejoramiento de 
las pasturas para ganado lechero, es otro elemento a señalar.  Todos estos 
factores han permitido desarrollar en los años re cientes un pujante sector
agroindustrial, dedicado no sólo al beneficio y manejo de granos, sino que ha 
incursionado en los procesos de transformación.  La agroindustria frutícola, 
bananera, azucarera, de flores y la productora de alimentos concentrados para 
animales son un ejemplo; al igual los desarrollos de la industria Láctea, Avícola 
y Porcícola.   La suma de todas estas realidades ha implicado capitalización en 
la agricultura; esta capitalización no tiene carácter general, se concentro en los 
establecimientos de mayor tamaño relativo y localizados en zonas vecinas a los  
centros de transformación y consumo (Valle del Cauca, Llanos Orientales,
Cundinamarca, Tolima y Huila, algunas áreas de  Córdoba y Cesar) en eltriángulo Calí-Bogotá-Medellín, y está vinculada al aumento de la producción, 
en la medida que permite la  sustitución  de rubros extensivos por otros más 
intensivos.



PARTICIPACIÓN DE LA INGENIERÍA AGRÍCOLA EN LOS PROCESOS DE 
MECANIZACIÓN AGRÍCOLA 


En la formación de los Ingenieros Agrícolas, las anteriores realidades y
conceptualizaciones son incorporadas a lo largo del plan curricular, lo cual los 
hace competentes para  el diagnóstico, interventoría y  formulación de
programas y proyectos de mecanización agropecuaria y agroindustrial.  De 
manera resumida se referencia la presencia y aporte  de la Ingeniería Agrícola 
en la aplicación de tecnologías mecatrónicas en los procesos productivos del
sector agropecuario y agroindustrial. 
El sistema agroalimentario colombiano, en particular, es  un sistema complejo 
donde   hay muchos problemas de Ingeniería como: Captación, transporte y 
suministro de agua, preparación de suelos, operaciones de poscosecha y
transformación, ambiente adecuado para los animales domésticos, etc.,  que 
son campos de intervención y competencia de la Ingeniera Agrícola
Al intervenir el suelo con máquinas y equipos, no sólo  las conoce, sino 
que está habilitado para identificar la relación suelo -máquina-cultivo-entorno -
hombre. En los procesos de mecanización agropecuaria, los Ingenieros
Agrícolas son los únicos que desde su formación abordan de manera integral 
esta temática.   Teniendo el mejor escenario para su ejercicio profesional,  en  
la adecuación de tierras, labor que no se concibe sin la incorporación de 
múltiples y complejas máquinas y equipos.
Igualmente acredita, para manejar la dualidad tecnológica, tecnologías
avanzadas con otros niveles tecnológicos, que consideren las escalas
productivas y características de los productores.
El actual desarrollo intensivo de la agricultura mundial vaticina  que se
desarrollarán nuevos equipos para trabajar los nuevos cultivos derivados de la 
aplicación de los resultados de la investigación biotecnológica actual, que
servirán como alimento humano y animal,  fibras, fertilizantes, combustibles  y 
materias primas.  La introducción de la electrónica al servicio de la agricultura 
es otro axioma.   Todos estos procesos tecnológicos basados en principios 
mecánicos y electrónicos, pueden implicar mecanizar más intensivamente la 
producción hortícola, frutícola, el bosque, la producción de biomasa marina y 
las áreas de  pendientes con equipos mejorados en seguridad, ergonomía, 
confiabilidad, durabilidad y calidad  global.  Esa tendencia puede ser asimilada  
e incorporada de manera más sistematizada, al igual  que las actividades asociadas a los aprovechamientos forestales y bosques plantados  que
demandan de técnicas mecánicas específicas.
Campos de intervención          
La incorporación de tecnologías y procesos mecánicos que contribuyen a la 
producción de cultivos hasta su cosecha.  Además de las técnicas y
equipamiento necesarios para la transformación y beneficios de las materias 
primas de origen vegetal y animal.
Aspectos que se intervienen
· Las máquinas y equipos para la producción y transformación de cultivos.
· La estructura, microrelieve y macrorelieve del suelo.
Campos de acción 
· La planificación, selección, evaluación de desempeño de máquinas y
equipos para la  producción de campo es de competencia del Ingeniero
Agrícola, en la medida que conoce y estudia sus características,
especificaciones y las  condiciones bajo las cuales opera (suelo -plantaambiente).   
· Optimización de los recursos energéticos (insumos y fuentes de energía).  
La eficiencia energética y los balances de energía se imponen como una
condición para la producción sostenible.
· Transferencia y adaptación de tecnología mecánica





El impacto de innovaciones tecnológicas en la estructura agropecuaria


 El modelo de producción neofordista actual, se caracteriza por la masiva incorporación de innovaciones técnicas a los procesos productivos. Este hecho condiciona la articulación de los distintos ámbitos territoriales al espacio mundial generando heterogeneidades. En este sentido, al hacer referencia a los espacios rurales, los productores agropecuarios deben estar preparados para aprender constantemente y manejar nuevas técnicas. Herbicidas, abonos, control de enfermedades, todo un paquete tecnológico que se encuentra en el mercado para ser utilizado; la técnica existe, la dificultad reside en cómo la misma es manejada.     Las técnicas han sido producidas por los hombres, para cubrir ciertas necesidades, son elementos síntesis para comprender las contradicciones que se generan en la organización interna de los territorios. Es en el análisis de las estrategias que los productores rurales utilizan para la aplicación de estas innovaciones tecnológicas donde es posible indagar de qué manera se operacionalizan en cuanto a su manejo, si existe una racionalidad netamente economicista o hay un grado de compromiso en la búsqueda de preservación del recurso.     Al remitirnos al concepto de tecnología, debemos incluir en éste al conjunto de información y conocimientos que permiten mejorar el proceso productivo, corresponde a la introducción de habilidades nuevas, la internalización de nuevos conocimientos, como así también de renovaciones en los medios de producción y en su uso. Para el caso de la tecnología agropecuaria se podría afirmar que se refiere a la potenciación en la productividad del trabajo humano y de la tierra, cuestión que tiene su fuente principal en el proceso de avance tecnológico, a través de cambios tanto en los insumos utilizados, como en la posibilidad de incorporar nuevos productos.     La mera persecución de la productividad para la obtención de ganancia ha generado una explotación desmedida de la naturaleza, concepción que persigue únicamente maximizar los beneficios, con mínimos costos, en el menor tiempo posible. En este contexto es que se debe insertar la discusión sobre la sostenibilidad en el desarrollo rural, considerando que el desarrollo tiene una connotación mayor que el crecimiento económico, implica el cambio y la modernización de las áreas rurales, "significa el despliegue de las potencialidades de una identidad, sea esta biológica o sociocultural. Se trata de alcanzar un estadio superior, o más pleno que el existente, tanto cuantitativa como cualitativamente" (Sevilla Guzmán, 1999:7).     Es de importancia señalar que en aquellos casos en que el concepto de desarrollo no hace referencia a la sociedad en general, sino que corresponde a la población que se concentra en áreas rurales, se lo indica como desarrollo rural: "tradicionalmente se ha considerado que existe desarrollo rural cuando se han conseguido niveles aceptables de producción y productividad de la agricultura campesina, además de un cierto grado de bienestar de la población rural". (Chiriboga, 1993:18)     La imperiosa necesidad de buscar un desarrollo sostenible, que se plantea a escala mundial, se sustenta en la comprobación de que el modelo de desarrollo adoptado, de neto corte productivista, ha generado severos deterioros ambientales, en tal sentido, "es evidente que las demandas económicas y las urgencias sociales a menudo marchan a contrapelo de la salud del ambiente y la preservación de los recursos naturales" (Viglizzo, ). Partiendo de la idea que
"el objetivo del desarrollo sustentable... implica el manejo (e incluso la transformación) de la estructura y función de los ecosistemas a fin de aprovechar los bienes y servicios provistos por ellos, minimizando los conflictos inherentes a su explotación, maximizando el apoyo mutuo entre las acciones y actividades necesarias a realizar, y distribuyendo los costos y beneficios ecológicos entre las poblaciones involucradas" (Di Pace, 1992:186),
se plantea que el desarrollo sostenible no solo ha de priorizar la conservación de la naturaleza en su estado original, sino que se busca el desarrollo social a partir de la consideración de la importancia de minimizar la degradación de los recursos naturales y permitir de este modo el desarrollo de las generaciones precedentes. Para ello es primordial lograr una relación equilibrada entre la sociedad y la naturaleza.     La sustentabilidad implica un cambio en la manera de interaccionar la sociedad con el espacio, teniendo como fin principal en esta relación limitar el agotamiento y la degradación de los recursos naturales. A pesar de la simplicidad de esta afirmación hay cuestiones que dificultan la puesta en práctica de tales principios, tal es el caso de las políticas de ajuste aplicadas a los países emergentes, los cuales debido a la necesidad que tienen de atender a la problemática de la deuda externa, prestan atención en primera instancia a resolver los problemas más inmediatos, cortoplacistas dejando relegadas cuestiones de más largo plazo como son las relacionadas con la planificación y ordenación sostenible del uso de los recursos naturales.     La agricultura que persiga la sostenibilidad ha de basarse en sistemas de producción que aseguren la conservación del potencial productivo de los recursos naturales puestos en uso, esto supone reconocer la existencia en el mercado de tecnologías que no tienen en consideración la conservación del equilibrio ambiental. A partir de esta distinción deben diferenciarse, dentro del conjunto de técnicas, aquellas que se utilizan en la agricultura convencional de las utilizadas en la agricultura denominada conservacionista. En el caso particular de la agricultura convencional, el objetivo es el aumento de la productividad y de la rentabilidad,
"Los problemas ambientales han venido a corroborar... que la empresa capitalista actúa tratando de internalizar beneficios y externalizar costos. Desplazándolos en la sociedad (que los soporte otro, el Estado, los vecinos, el público en general), desplazándolos en el espacio (aguas abajo, a sotavento, etcétera) o desplazándolos en el tiempo" (Gutman, 1985:56).
    En la agricultura sustentable, se agregan cuestiones relacionadas con la preservación de los recursos. Esto determina un mayor grado de complejización de la puesta en marcha del proceso productivo. Se debe entender que el paso de un tipo de práctica agrícola a otro no indica una fractura, sino que se debe lograr un cambio gradual, hasta alcanzar la meta de establecer una manera de producir sostenible, donde la interacción hombre naturaleza en ese proceso busque, no sólo el rédito económico, sino el respeto por la sociedad actual y la venidera, como así también por los recursos y las costumbres de los sectores rurales. Finalmente, al hacer referencia a los sistemas de producción agropecuarios, éstos se definen por
"...la combinación de las producciones y de los factores de producción en la explotación agraria. Es decir, a la combinación de sistemas de cultivo y/o de cría animal, manejada dentro de los límites que impone la dotación de recursos imperantes en una explotación dada (fuerza de trabajo, conocimientos, tecnologías, tierras, capital)" (Posada, 1995:7).
    Completando la anterior definición se lo puede considerar como "...un modo de explotación del medio históricamente constituido y durable, un sistema de fuerzas de producción (un sistema técnico) adaptado a las condiciones bioclimáticas y a las necesidades sociales del momento" (Posada, 1995:7, según Mazoyer

AVANCES EN AGRICULTURA Y CONTEXTOS PARA SU ADOPCION



En la década de los setenta, Brasil enfrentó un alza de precios del petróleo — siendo un gran importador de este combustible — lo cual amenazaba su entonces frágil economía.
 El gobierno brasileño buscó alternativas energéticas basadas en los recursos disponibles en dicho país, surgiendo la idea de utilizar el etanol de caña de azúcar como fuente alternativa de combustible.
Ya en los ochenta, la mayoría de los automóviles fabricados en Brasil funcionaban con etanol, sin embargo, en ese decenio y en el de los noventa, los precios del petróleo disminuyeron, y adicionalmente el azúcar subió de precio en los mercados, por lo que el uso del etanol ya no resultaba atractivo para los automovilistas; esto aunado a los problemas de funcionamiento que generaba este combustible en los autos.
En este contexto, la política brasileña de fomento a la investigación del etanol como sustituto del petróleo, empezó a generar dudas; pero a fines de los noventa, el precio del petróleo volvió a la alza y con esto el incentivo al uso de etanol.
El resto de la historia ya es conocida — los precios del petróleo se han disparado en todo el mundo y ya existen automóviles que pueden utilizar perfectamente gasolina, etanol o sus mezclas.
Brasil, a tres decenios de haber iniciado su política de apoyo al etanol, es el líder mundial en tecnologías de combustibles alternativos.
En India, la actividad agropecuaria pertenece a un sector económicamente débil y rezagado, no obstante la compañía Deere & Co. buscó oportunidades de negocio  diseñando algunos modelos de tractores austeros, sin aditamentos especiales, para un mercado con capacidad financiera limitada.
Sin embargo, posteriormente descubrió que estos modelos también eran atractivos en Estados Unidos en otro segmento de mercado no observado anteriormente — los aficionados a la agricultura. Es decir, aquellas personas cuya actividad principal no es el campo.
Cuando un factor de producción se vuelve caro, la necesidad de optimizar el bien obliga a la invención y creatividad; si el contexto cambia, es necesario encontrar nuevas formas o productos sustitutos que no impacten en la competitividad y eficiencia de la cadena agroalimentaria.



jueves, 25 de agosto de 2011

AVANCES TECNOLÓGICOS EN LA AGROPECUARIA



El notable crecimiento de la actividad agrícola en la Argentina, desde la década de 1970, ha estado asociado a la expansión de las superficies dedicadas a distintos cultivos, especialmente el de soja, y a los cambios tecnológicos que se produjeron desde entonces y continúan en la actualidad. La difusión del uso de: maquinarias modernas para las distintas labores agrícolas; semillas mejoradas (entre ellas, las semillas transgénicas) y agroquímicos, son algunos ejemplos de estos cambios. También se introdujeron nuevas técnicas de siembra y plantación, y se aplicó riego complementario en áreas de agricultura de secano.
En todos los casos, estas innovaciones tienen como objetivo mejorar la producción en cuanto a calidad y rendimientos. Se denomina "rendimiento" al volumen de producción que se obtiene por hectárea cultivada. El rendimiento de los principales cultivos de la Argentina ha experimentado un gran incremento gracias a los avances en materia tecnológica.


La maquinaria agrícola


La maquinaria agrícola es aquella utilizada para labrar la tierra, sembrar, plantar o recolectar la producción agrícola. La mecanización de la agricultura consistió en la generalización del uso de tractores, sembradoras y cosechadoras mecánicas, lo que permitió realizar en menos tiempo todo tipo de tareas.
La maquinaria agrícola tiende a ser cada vez más compleja ya que cuenta con dispositivos de precisión y comandos electrónicos, lo que permite incrementar la potencia, la rapidez y la calidad de las labores.





Nuevos sistemas de producción: la siembra directa

Una de las principales innovaciones de los últimos tiempos en la agricultura argentina lo constituye la difusión de la siembra directa como sistema de producción. Se trata de un sistema en el cual se cultiva sobre un suelo que no ha sido arado previamente, es decir, sobre el rastrojo o residuos del cultivo anterior.
Esto presenta una serie de ventajas desde el punto de vista agronómico y técnico:
  • Favorece la conservación de la cobertura del suelo al evitar o disminuir la erosión.
  • Mejora el aprovechamiento del agua, ya que mantiene la humedad del suelo al quedar cubierto por una capa de biomasa (rastrojo), que retarda la pérdida de humedad por evaporación.
  • Mejora la actividad biológica y aumenta el contenido de materia orgánica en el suelo.
  • Mejora la eficiencia en el uso del tiempo, ya que reduce la cantidad de labores necesarias.
  • Reduce el uso de maquinarias (y de combustible) y personal.
Pero también presenta algunas desventajas. En los sistemas de labranza convencionales, el arado se usa, entre otras cosas, como método de control de las malezas. Con la siembra directa, ese método de control mecánico debe reemplazarse por el mayor uso de herbicidas, con lo cual la siembra directa aumenta la dependencia respecto de esos fitosanitarios.
La amplia difusión de la siembra directa en la Argentina tuvo lugar gracias a la disponibilidad de herbicidas eficientes a precios accesibles y de sembradoras adecuadas. Pero el factor fundamental que explica la creciente adopción de este sistema va de la mano de la expansión del cultivo de soja transgénica. En efecto, si se observa la evolución de la superficie sembrada con siembra directa, puede advertirse el gran crecimiento a partir de 1996, año en que comienzan a usarse semillas de soja RR y el glifosato, que permite controlar las malezas antes tratadas de forma mecánica a través del arado.
El sistema de siembra directa se está expandiendo hacia otros cultivos, aunque mayormente se usa para el cultivo de soja.



     





BIOENERGIA Y AGRICULTURA


Biocombustibles de origen biológico y renovable, como el bioetanol, el biodiesel
y la biomasa utilizada para generar energía–– es un tema que acapara cada vez más atención en todo el Mundo.
 Los precios del petróleo han subido a niveles sin precedentes y los efectos medioambientales del uso de los combustibles fósiles causan cada vez más inquietud. La bioenergía al parecer ofrece la esperanza de que esta inquietud se pueda afrontar y que, al mismo tiempo, se puedan brindar nuevas oportunidades a la gente de escasos recursos y a los agricultores de los países en desarrollo.  
Ahora bien, ¿podrá la bioenergía
Cumplir estas expectativas, como afirman sus partidarios?
¿Podrá convertirse en una fuente de energía Medioambientalmente sustentable y económicamente viable que favorezca a los pobres? Finalmente,
¿cuáles son los retos que surgirán al tratar de alcanzar estos objetivos?

En este conjunto de informes se examinan las oportunidades y riesgos que la bioenergía podría presentar
a la gente pobre y a los agricultores de los países en desarrollo y, además, se consideran problemas de
tipo económico, social y medioambiental, así como temas relacionados con la ciencia y la tecnología. Se examina cómo una mayor producción bioenergética podría afectar el balance global de alimentos y, también, la necesidad de realizar más investigación y desarrollo en el campo de la bioenergía. Asimismo, se hace un
Recuento de lo aprendido a partir de las experiencias en Europa y en Brasil y otros países en desarrollo.
Finalmente, se hacen recomendaciones acerca de cómo avanzar.